martes, 28 de diciembre de 2010

LO QUE EL ENTUSIASMO DE LA NAVIDAD NOS DEJA


Córdoba - Tomás Luciano Salatin, de 6 años, continúa en coma farmacológico internado en el Hospital de Niños, luego de que lo operaran porque una bomba de estruendo lo hirió en su cabeza mientras abría los regalos navideños en su casa de barrio Los Boulevares.

Se investiga si las lesiones fueron producidas por esquirlas de la bomba o por algún otro elemento contundente desplazado por la onda expansiva.

"El nene permanece en la Unidad de Terapia Intensiva con asistencia respiratoria y continúa con un trauma de cráneo severo. Por eso su pronóstico es reservado", le dijo Marcelo Argüello, el jefe de Guardia del Hospital de Niños.

El médico indicó que la intervención quirúrgica inicial realizada el pequeño se realizó para disminuir la presión endocraneana.

Hernán, el tío de Tomás, confirmó que el pequeño sufrió un infarto cerebral en el hemisferio derecho.

Todo sucedió la madrugada del sábado en la vivienda de Santa Catalina 228, en cuyo frente los vecinos estaban tirando bombas de estruendo.

Hernán Salatín, tío del niño accidentado, relató la historia: "Mi sobrino estaba abriendo los regalos de Navidad en una galería que da a la calle, donde los vecinos lanzaban bombas de estruendo con las manos. Una esquirla le pegó en la sien".

"Inmediatamente, mi hermano lo llevó a la ex Casa Cuna (Hospital Pediátrico del Niño Jesús), pero como no lo atendían le pegó una patada a la puerta de la guardia, y vio que los médicos estaban comiendo y brindando. Entonces, lo puso al nene en la camilla y les exigió que lo atendieran", sostuvo.

"Uno de los médicos afirmó que la herida era superficial y otro le dijo que se fuera. No obstante, le hicieron tres puntos y le recetaron dos remedios. No pudo comprar ninguno porque no encontró farmacia de turno", sostuvo Salatín.

Siguiendo con un relato dramático, el tío del niño sostuvo: "Mi sobrino vomitó y se quería dormir. Se puso morado. Entonces, lo llevaron de nuevo a la ex Casa Cuna, mientras mi cuñada le hacía masajes sin decirle nada a mi hermano para que no se pusiera nervioso porque iba manejando".

"Al llegar -prosiguió- uno de los doctores le dijo que tenía mareos por los vómitos. Pero le miraron las pupilas y se dieron cuenta de que era grave. Le hicieron una tomografía y detectaron un derrame cerebral".

Salatín concluyó diciendo que "Tomás entró en coma, lo entubaron y lo llevaron al Hospital de Niños, donde lo operaron para detener el sangrado de una arteria. Ahora está en coma farmacológico".

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