Comenzando con este nuevo cambio en mi vida, el cual me propuse muyyy seriamente (y quiero cumplirlo), voy a inagurar una nueva scción en este blog, denominada: Las Peores y Mejores Propagandas Televisivas.
La idea ideadora de esta idea es, obviamente, las "cosas" que los productores de las empresas nos hacen ver en las pausas de los programas que sí nos interesan. Esas propagandas que son una garcha monumental, que generan un repudio hacia el productoq ue promocionan, hacia al que la creo y hacia el gerente (o director de publicidad, directo general o el puesto que corno sea) que acepto crucificar al publico exponiendolo a tal sufrimiento inhumano; solo para vender un poquito más, o para que su sobrino (nieto, nuero, hijo, hijastro o parentela cualquiera) pueda comenzar a existir en el mundo publicitario.
Sin embargo, lo que estos industriales y empresarios no saben (y si saben se hacen los reverendos boludos) es que en el publico genera una suerte de antipatia general hacia el producto y la publicidad, creando y produciendo una cierta violencia que no conoce limites para lastimar a los creadores de esa basura cosmica, ese aborto de publicidad, dandonos ideas desconocidas y desbordantes de imaginación como por ejemplo hacerles ver sus propias creaciones hasta que el susodicho entre en razón (o la pierda por completo) y destruya dicha publicidad cual rabino contra golem, atarlos de pies y manos y dejarlo a la buena de sus consumidores, o ponerle un casette con las "mejores" charlas de la Mole Moli, indescifrables para el publico en general.
Mas, lo que deseo en realidad, no es presentarle estos hechos como meramente como porquerias, porque hay algunos que realmente buenos y creativos, que dan gusto verlas, pero a decir verdad, no abundan mucho en estos dias. Sin embargo, tambien tendran su espacio en este nuevo segmento abierto en Inside my Life.
Y ahora si, sin más, presento el Top 5 de las Peores Propagandas:
En el Puesto Número 5: tenemos a las de la Tarjeta Santander Río, que son un dolor de bolas para entenderlas. En especial, estas últimas.
-Todavia no entiendo que tienen que ver 2 supuestos sujetos "italianizados" con un banco de origen español.
-¿Cuál es la razón o las razones que tienen dichos sujetos para aparecer en la casa de la señora? ¿Le van a pagar el morfi con la Santander Río? ¿O vienen a ayudarle a levantar la mesa?
-Las caras del tipo al último piden a gritos ser golpeado hasta bajarle el comedor entero.
En el Puesto Número 4: y siguiendo con las tarjetas de banco, podemos presentar a las nuevas tarjetas de crédito y debito de Visa: la Buho.
-Las personas que laburaron en este comercial, son de octava. La mina diciendo activada, el segundo flaco con ese guiño de todo menos aceptable y el semi dolape haciendo esa cara (de intriga, compañerismo, misterio, senilidad, no la termino de descifrar) es de lo peor. Se merecen vivir con Marley.
-El relator (o relatante) <¿Qué pasó? Activate. Ok, sigamos> es taaaan bueno como yo relatando un partido de ajedrez.
-¿A quien se le ocurrió elegir a un buho como un simbolo o elemento digno de representar a una tarjeta?
- "Si tienes una tarjeta canchera, actívala" Buho. Lamentamos informarles, que el buho en cuestión, Pepo como lo llamaban los compañeros del trabajo, ha dejado este mundo dadas debido a la mala vida de alcohol y ratas citadinas que llevaba. Siempre estará en nuestras tarjetas.
En el Puesto Número 3: tenemos a la insufrible, inaguantable, e insostenible propaganda de la Campagnola: las cucharachas. Digo la cucharita.
-"Preparate para cucharear" dice la propaganda. Yo le diría al creador de esta publicidad, que se prepare para aprender a caminar con un palo en el orto, yo que es lo minimo que se le puede hacer a ese tipo que nos ofendio totalmente con esta mierda.
-El primer chico que aparece comiendo la mermelada. Es un inutil de aca a la china, le puso onda a la canción, reconozcamoslo, pero no le sale. Se mueve como infradotado, sin embargo, espero que se estampe en el piso.
-¿Alguien se fijo que ese dulce era un color poderosamente amarillo?
-La canción. ES HORRIBLEEEE, insoportable, se repito lo mismo y la canta el nieto del productor. es un curro en familia esta propaganda.
-Debo aceptar, que cosas como estas, no como mermelada.
-¿Era tan necesario exponernos a este marketing?
-Patetico.
En el Puesto Número 2: estuvo realmente peleado este puesto. Se ve que varios lo deseaban, pero solo uno lo pudo obtener. Y el ganador esssss...... "Más Rico porque Sí", Yogs de Sancor.
-INCOMENTABLE.
-Solo una cosa, ¿alguien me explicaría como es que esta propaganda desapareció en una semana?
Y en el Puesto Número 1: es realmente increible como la globalización este destruyendo unas culturas y expandiendo otras. Lo que van a ver, es algo... ¿como decirlo? Bastante inentendible, increible y detestable. Cuando vi esta publicidad, supe que iba derecho al puesto número 1. Tengo el agrado de presentarles, a Sobe Rush. Un aplauso.
-Para comenzar, Mike Amigorena tiene la misma gracia para hacer una publicidad (y más ésta publicidad y éste producto) que jugar al waterpolo en el Sahara. Y hablando en japones es patetico.
-La musiquita te enferma a los pocos segundos; y más con las vocecitas de las ponjas que son irritantes.
-Luego de verla casi 5 veces (bastante masoquista) logre entender que dice "Sobe Rush Energy Drink: sabor a maracuya. Horrible el gusto.
-Diganme si cuando esta vestido de Rockstar no tiene el mismo peinado que tenía Moni Argento.
-Pero lo lindo es cuando se disfraza de oso panda (en peligro de extinción), a muchos le dio ternura y cariño; a mi me dio, post haberme cagado de risa del bailecito para los costados, ganas de colgarlo de los bambues y filetearlo completo.
-En resumen, hermanos, entre lo japones de la publicidad, entre Mike Amigorena, las japonesas, la musiquita taladrante, los disfraces y el producto sabor a bosta, puedo, y estoy en condiciones, de afirmar que esta publicidad se llava el premio a la Peor Publicidad (hasta ahora, por ser la primera).
Y eso ha sido todo por ahora, queridos blogueros. Solo me resta desearles felicidad y prospero año nuevo hasta la proxima, si Dios (o quien sea) quiere. Hasta la proxima, como todas las veces.
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